Me defino como una persona alegre, positiva y soñadora. Pero sobre todo amante del respeto y de la libertad. Intento dar lo mejor de mí en todo lo que hago y superarme cada día no sólo a nivel profesional sino a nivel personal. Me encanta trabajar con la gente y ayudarles a conseguir sus objetivos, ayudarles a que se sientan bien y motivarles a sacar ese brillo que todos llevamos dentro y en ocasiones no lo dejamos salir. Acabe la carrera con 22 años, de Nutrición Humana y Dietética y desde entonces he estado haciendo cursos, masters, charlas, congresos…formándome en una de mis pasiones y hasta día de hoy es mi trabajo, la nutrición.

Yo sentía que algo faltaba para completar mi trabajo, hasta que descubrí la gran relación que existe entre la comida y las emociones, entre los estados de ánimo y las ganas y formas de comer. Entendí la alimentación no sólo física, sino también la alimentación emocional. Durante la búsqueda de conocimiento, descubrí el coaching, la inteligencia emocional y la programación neurolingüística, que me dieron las claves para poder hacer posible la integración de la parte nutricional y emocional en un mismo proceso. Entendiendo las emociones no como buenas o malas, si no como información de lo que pasa en nuestro interior y aprendiendo a identificarlas y ponerles nombre, podremos usarlas como una poderosa herramienta para conocernos mejor y ser coherentes entre lo que pensamos, sentimos y hacemos.